Las primeras evidencias que encontramos de jardines ornamentados se pueden ver en las pinturas de las tumbas Egipcias del año 1500 antes de Cristo.
En esas pinturas se observan estanques rodeados por flores de loto e hileras de acacias y palmeras, siendo el inicio de un arte que se extendió por todo el mundo y en el que se aplicaban novedosas técnicas a medida que se adquirían nuevos conocimientos sobre plantas y flores.
Con el paso del tiempo, los ornamentos o adornos de jardín fueron evolucionando y llegaron a los pequeños jardines privados, en los que podemos encontrar el típico enano de jardín, ranas, tortugas, patos y un sinfín de figuras fabricadas en resina, polipiedra y otros materiales adecuados para su uso en espacios al aire libre.
Imagínate una calavera medio enterrada en tu jardín en Halloween. Imagínate también unos geranios o unas petunias en una maceta con forma de calavera. Imagínate lo fabuloso que va a quedar tu jardín si lo decoras con los adornos que aquí encontrarás.